Como hemos visto, no hay grandes sorpresas, al menos en términos de silueta y proporciones, ya que el largo capó y voladizo, y la famosa parte trasera de estilo fastback siguen presentes. Incluso las ruedas son notablemente similares a las del Mustang GT actual, y el escape en este caso adopta la extraña forma de dos pares de salidas a cada lado, al menos en la primera versión GT que se muestra.
Todo ello confirma que el nuevo Ford Mustang es una evolución del actual Mustang (S550) más que una revolución, aunque ha recibido algunos cambios que lo diferencian de su antecesor. Su frontal luce más sólido, con unos faros más rectangulares en su interior, en forma de tres unidades ópticas en su interior, mientras que la parrilla ahora se refleja, sobre todo gracias a su amplio marco inferior y dos subchasis a cada lado, dando una sensación de mayor tamaño. Las tomas de aire aumentan su tamaño.
Todavía se siente como la parte trasera de un Mustang real, solo que ahora el área habitual que alberga al famoso conductor con tres franjas verticales y la insignia GT, o Mustang, tiene un pliegue más pronunciado que deja un sutil efecto de alerón, que nuevamente en el caso del GT puede ir acompañado de un auténtico spoiler.
En definitiva, se trata de una estética con la que todos estamos muy familiarizados, aunque con un aspecto más fresco e imponente, especialmente en su frontal.
Fuente e imagen: https://www.caranddriver.com/es/coches/novedades/a38844619/ford-mustang-2024/