Cuando vamos a comprar un coche o conducimos un vehículo a modo de prueba, uno de los factores más importantes es, más allá del motor, la estética y el equipamiento, la comodidad del mismo tanto para el conductor como para los pasajeros. Pensando precisamente en elevar al máximo la comodidad en el habitaculo, Ford ha creado un robot que replica los movimientos de un trasero humano, pudiendo desarrollar asientos mucho más confortables gracias a esta innovadora tecnología.
Los ingenieros utilizaron mapas de presión para establecer un ‘patrón de asiento’, los datos que les permiten poner a prueba el desgaste y rotura de los materiales mediante el uso de un trasero robótico –o «Robutt»– para replicar los recorridos más habituales. El ‘Robutt’, que está basado en las dimensiones de un hombre de tamaño medio, fue utilizado para condensar diez años de conducción en tan solo tres semanas.
Este innovador robot de Ford ya ha sido utilizado por el equipo de ingenieros de desarrollo de la marca en la construcción y puesta a punto del recientemente presentado Ford Fiesta 2017. Para lograr el asiento perfecto, ‘Robutt’ repitió hasta 25.000 veces la acción de sentarse y levantarse habitual en cualquier conductor o pasajero a la hora de entrar y salir de cualquier vehículo. Tras los resultados obtenidos con el Fiesta, Ford ha decidido que estas nuevas pruebas se llevarán a cabo a partir de ahora en todos sus modelos para Europa.
«Desde el primer momento en que subimos a un coche, el asiento crea una sensación de comodidad y calidad», asegura Svenja Froelich, ingeniera de durabilidad en la sede europea de Ford en Colonia (Alemania). «Antes utilizábamos cilindros neumáticos que se movían hacia arriba y hacia abajo y ya está. Ahora, con el ‘Robutt’, somos capaces de replicar de manera muy precisa el comportamiento real de las personas».